Nuestro cuerpo esta hecho de la misma materia que la Tierra, nuestro espíritu es originario de la energía celeste, la que da sentido a nuestra existencia material y produce el nacimiento del ser humano con consciencia cósmica.

Liberar la verdad de lo que realmente somos nos ayuda a recordar nuestra herencia ancestral, de donde venimos y quienes somos, ya que en nosotros está contenido todo el conocimiento de las generaciones que nos precedieron, nuestros abuelos viven en nosotros.

Nuestro verdadero origen es la luz, el amplio espectro vibracional contenido en un rayo solar, colores, olores, sonido…Nuestros instintos terrenales captan estas frecuencias y las traducen en forma y materia, dan vida, movimiento, pensamiento y consciencia al ser humano para realizar la magia del cielo en la tierra.

La energía de hoy te recuerda tu origen, te abre el canal a la memoria cósmica. Te conecta con tu nacimiento, con los recuerdos de infancia en donde la energía que te sostenía era la de la madre que cuida, alimenta, mima, te enseña, ayuda y sostiene tu ritmo natural de crecimiento. ¿Qué madre somos para nosotros? ¿Nos cuidamos, mimamos y amamos? Y si es así… ¿mantenemos esa vibración en todo lo que pensamos, decimos y hacemos?

Yo libero la magia de la verdad en mí, yo soy la consciencia original, yo soy otro tú.